jueves, 6 de noviembre de 2014

Historia italiana desde el siglo XIX

Aunque debemos realizar un estudio de la historia italiana desde 1800, hemos decidido comenzar un poco antes, en 1796, año en el que comienzan las Guerras Napoleónicas. Teóricamente las Guerras Napoleónicas no inmiscuían directamente a Italia, pero al estar su territorio próximo al de Francia, se vio envuelto en una serie de conflictos, sobre todo contra Austria, que pretendía ocupar la zona norte de Italia para afianzarse en centroeuropa.

En este momento, Italia no era más que un grupo de ciudades-estado independientes sin organización alguna, pero en el siglo XIX, con la exaltación del romanticismo y el nacionalismo, se sintió la necesidad de unir todos aquellos territorios que compartían el habla italiana, por lo que se llevo a cabo una unificación que duraría más de 50 años. En este intento de unión fuero claves los carbonari, la joven Italia de Mazzini, o Giuseppe Garibaldi, y también resultaron grandes lastres el reino de las dos Sicilias y el dominio astrohungaro de las regiones de Lombardía y Toscana.

Fueron muchos los intentos de insurrección e los italianos para lograr la unificación, pero siempre eran sofocados por los astro-húngaros, que no les convenía la unión de los estados italianos porque perdería hegemonía. El levantamiento mas importante fue en 1848, durante la Primavera de los Pueblos.

El reino del Piamonte (gobernado por el conde de Cavour) fue el protagonista final de la unificación, ya que obtuvo el apoyo del imperio francés, que ayudó a este a recuperar Lombardia y las ciudades de Brescia y Bérgamo a cambio de Niza. Finalmente durante la guerra franco-prusiana, Francia retiro sus tropas de Italia para combatir a los alemanes, por lo que los italianos, de la mano de Victor Manuel, aprovecharon para terminar la unificación y proclamar el reino de Italia.


A finales del siglo XIX, el reino italiano dirigido por la casa de Saboya estuvo centrado en las "tierras italianas irridentas", región próxima al mar Adriático de habla italiana con una gran exaltación nacionalista. Estos territorios terminaron por llevar a Italia a la I Guerra Mundial en contra del Imperio Austriaco.

Aunque en un principio Italia se acercó a Alemania, al principio de la guerra Italia se mostró neutral, ya que la Triple Alianza solo tenía intereses defensivos. Aunque ambos bandos intentaron llevar a Italia a su lado,finalmente Italia se unió en 1915 al Pacto de Londres declarándole la guerra a Austria a cambio de varios territorios. Tras dos años de guerra de trincheras y un triunfal ataque italiano, Austria se rindió el 4 de noviembre de 1918, seguida rápidamente de Alemania.

En la posguerra se alzo en Italia un movimiento de descontentos y huelgas con un gran carácter nacionalsocialista. En este momento surgió el partido fascista, liderado por Benito Mussolini. Tras varios años de incidentes, en 1922 los fascistas emprendieron una marcha sobe Roma y firmaron una alianza con el rey. Finalmente Mussolini se hizo con el poder y suprimió todos los partidos políticos. Inicialmente mantenía buenas relaciones con Francia e Inglaterra, pero estas relaciones se deterioraron y finalmente solo tenía afinidad con la Alemania de Adolf Hitler.

Al inicio de la II Guerra Mundial Italia permaneció neutral con el consentimiento de Hitler, pero en 1940 declaró la guerra a Francia e Inglaterra. Tras esto decidió tomar Albania para usarlo como puente para conquistar Grecia, pero los giegos opusieron una gran resistencia. En mayo de 1941 las dictaduras alemana e italiana firmaron el Pacto de Acero, que consolidó su alianza.

Tras la fallida invasión de la URSS y la entrada de Estados Unidos en la guerra la situación del eje se deterioró. En mayo de 1943 el mariscal Montgomery derrotó las Africakorps y tomo Sicilia. Tras esto el rey Victor Manuel III ordenó el arresto de Mussolini y nombró primer ministro al mariscal Badoglio. El nuevo gobierno siguió siendo aliado del eje pero a un nivel simbólico y comenzó a tratar la paz con los aliados. Así termino la II Guerra Mundial para Italia.

En 1946 se celebró un referendum y se proclamo la República Italiana. En 1948 entró en vigor una nueva constitución. En 1949 Italia entró en la OTAN y en 1955 se unió a las Naciones Unidas, siendo también fundador de la CEE en 1959.

En las ultimas décadas la mafia y la corrupción ha salpicado de forma brutal al gobierno italiano, acusando a muchos políticos de estar influidos por organizaciones ilegales y ser meras marionetas de dichas mafias.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

El ébola y la economía, la economía y el ébola

Todos conocemos esa enfermedad que causaba pavor en África y que ahora causa temor en todo el mundo: el ébola. Muchas son las personas que han perdido la vida a causa de esta enfermedad en África, pero como solo parece que existe el mundo occidental, esto no tenía relevancia alguna. Ahora que el ébola traspasa fronteras y llega al primer mundo, el temor cunde en la población y en los principales sectores sociales, entre ellos la economía.

El ébola, aunque no lo parezca, esta teniendo una fuerte repercusión sobre la economía, sobre todo aquella de los países que cuentan con enfermos en su población. Así, países como Sierra Leona están teniendo un impacto brutal, ya que este país es un gran exportador de minerales y en esta situación esta viendo como su comercio exterior se va al traste. También es preocupante el comercio de cacao que se extrae en Costa de Marfil (país no contagiado pero muy próximo a los portadores de la enfermedad), cuyo precio ha presentado máximos históricos en este último mes.

Wall Street no pierde detalle de la situación y como consecuencia de la epidemia, en el último mes han caído las bolsas de todo el mundo. Naturalmente, los países más afectados son los africanos cuya población está contagiada (Sierra Leona,Guinea y Liberia), pero tampoco se libran los países occidentales con la llegada del ébola a España y Estados Unidos. El turismo, la hostelería y las compañías aéreas son los sectores más afectados, mientras que las empresas farmacéuticas son los principales beneficiados en esta situación.

Si esta situación continuase así, estaríamos hablando de cuantiosísimas pérdidas para el sistema económico mundial. Muchos son los economistas que calculan los gastos que producirá el ébola, sin contar el adiestramiento de enfermeros y personal sanitario. Ahora bien, si el ébola se transformara en pandemia, los gastos serían incalculables. Como bien dice Christine Lagarde, directora general del FMI, se debe aislar al ébola, no aislar a los países.